Mareos,
dolor de cabeza o visión doble son algunos de los síntomas que se podrían
presentar durante el visionado de una película en 3D.
Según
el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas (CNOO), se debería a
que al usar las gafas 3D, se dejarían en evidencia alteraciones en la visión
estereoscópica, que es la que permite integrar las dos imágenes que llegan de
cada ojo para que se perciba una sola por medio del cerebro.
La
tecnología 3D, similar a la técnica que utiliza el cerebro humano para ver en
relieve, se basa en dos imágenes superpuestas que se proyectan sobre una
pantalla, cada ojo observa una de las imágenes y luego el cerebro del
espectador las fusiona obteniendo una imagen tridimensional. Sin
embargo, no todas las personas pueden disfrutar de esta técnica, ya
que existen algunos problemas visuales bastante frecuentes, como la ambliopía y
el estrabismo, que pueden impedir que ciertas personas disfruten
del efecto 3-D.
“Lo
bueno de ver cosas en 3D es que podemos ser conscientes de un problema que desconocíamos
y, además, ponerle nombre” ha explicado Enrique Orellana, miembro del
CNOO.
Según
expertos, la disociación de imágenes en la pantalla puede suponer un
esfuerzo adicional para el cerebro, que manda instrucciones a la musculatura de
los ojos para alinearlos correctamente, permitiendo verla bien como una sola.
Los
signos de mareo, dolor de cabeza etc... revelarían problemas visuales latentes o
descompensados. Éstos indicarían una visita a la consulta de tu
óptico-optometrista para una exploración binocular por una posible
descompensación de las forias.
La
foria es un problema muy habitual que se suele compensar con la propia
musculatura del ojo, que trabaja para que ambas imágenes coincidan.
En
personas con problemas no puede haber visión estereoscópica o tridimensional
cuando uno de los dos ojos no envía la información adecuada al cerebro, algo
que se produce en personas que tienen ambliopía u "ojo vago".
Importancia
de la visión binocular
La visión binocular es una capacidad del ser humano que nos
permite ver el mundo con profundidad, lo cual nos ayuda a calcular mentalmente
las distancias o a situar los objetos en el espacio.
Cada
ojo captura una imagen que se fusiona en el cerebro, obteniendo una única
imagen en tres dimensiones. Para conseguirlo, es necesario que ambos ojos estén
sincronizados y, para ello, los músculos del ojo deben trabajar juntos.
Principales
problemas para ver en 3D
La creciente popularidad del cine en tres dimensiones permite a los espectadores la posibilidad de ver las películas de una forma espectacular.
Si los ojos no trabajan simultáneamente se producirá una rotura en la fusión de las imágenes en el cerebro. Es un problema muy habitual que se suele compensar con la propia musculatura del ojo, que trabaja para que ambas imágenes coincidan.
En estos casos, la persona no es capaz de ver las películas en 3D, porque, de hecho, tampoco tiene visión en relieve habitualmente. Es similar, a lo que les ocurre a las personas sordas de un oído, que no pueden percibir el sonido en estéreo.
Si los ojos no trabajan simultáneamente se producirá una rotura en la fusión de las imágenes en el cerebro. Es un problema muy habitual que se suele compensar con la propia musculatura del ojo, que trabaja para que ambas imágenes coincidan.
En estos casos, la persona no es capaz de ver las películas en 3D, porque, de hecho, tampoco tiene visión en relieve habitualmente. Es similar, a lo que les ocurre a las personas sordas de un oído, que no pueden percibir el sonido en estéreo.
Por
todo ello desde óptica Martínez de Lizarduy aconsejamos:
- Si siente algún malestar viendo una pelicula en 3-D sería conveniente visitar al óptico-optometrista, ya que podría haber un pequeño defecto de visión binocular (foria) que hasta ahora no se había manifestado.
- Los usuarios de corrección óptica (gafas, lentillas) deben utilizarlas debajo de las gafas de 3D, pero, si se tiene una leve desviación, ésta se puede manifestar a pesar de llevar corrección.
- Es posible que durante los primeros minutos de la película sintamos un pequeño malestar, es el tiempo que los ojos necesitan para adaptarse. Cuando el cerebro entiende lo que está ocurriendo y la coordinación con la musculatura ocular se equilibra, es el momento de disfrutar de la película.
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