El color de nuestros ojos está principalmente mediado por el
contenido de melanina que tenemos en el iris. La melanina es un pigmento
relativamente conocido ya que aparece en piel y cabello. Aunque solemos diferenciar entre verdes ,
azules , marrones y negros, dependiendo
de la concentración melaniníca existen muchas combinaciones de colores.
Cuando realizamos esfuerzos para ver de cerca o hay un
cambio de luz, experimentamos un cambio en la pupila por lo que cambia la
cantidad de iris visible, produciéndose además
en algunos casos, un cambio en la intensidad del color del iris.
Además el color de los ojos pueden cambiar a lo largo de la
vida, un fenómeno que afecta a entre el 10 y el 15 % de la población de forma
fisiológica principalmente a personas con iris claros, y también puede cambiar
con la instilación de ciertos colirios como los análogos de las prostaglandinas,
empleado para el control de la presión intraocular.
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